Los Bravos de Ciudad Juárez volvieron a perder ahora ante Monterrey 1- 0 en casa.

¡Duérmase!

Los Bravos de Ciudad Juárez enfrentaron a unos Rayados, con un ataque que era rápido pero no constante. No llegábamos a la decena de minutos y Hernán Cristante ya estaba de pie y al borde del área técnica. 

Al minuto 20 Bravos desequilibró la balanza e inclinó la cancha para el lado de la portería regia, sin embargo, la zaga rayada no batallaba mucho para rechazar las intensiones ofensivas del XI fronterizo. El FC Juárez no era mucha amenaza para los de Víctor Manuel Vucetich.

Ya con el cronómetro cargando media hora a sus espaldas la cosa tenía más pinta de cuento para dormir que de partido de futbol; Monterrey circulaba la número cinco y al encuentro que arrancó prometedor ya no le pasaba nada. Nada de nada. 

Machís despertó al respetable con un fuerte cabezazo atajado de milagro por Esteban Andrada que se estiró cual gusano para evitar el gol al 40. A cinco del medio tiempo, los dormidos yo no lo estaban más. 

Bravos y Rayados se fueron a las regaderas entre bostezos y con el marcador sin goles.

Clavado como estaca 

Los segundos 45 arrancaron de manera muy similar a los primeros. Rayados era ligeramente más claro en el último tercio pero no lograba definir cerca de la marca de la hora de juego. 

Bravos le metió la mano a la número cinco dentro del área al 62. No obstante, el referí y su escudo tecnológico llamado VAR hicieron mutis y le perdonaron el penal en contra a los fronterizos. 

Darío Lezcano entró de cambio segundos más tarde tuvo la más clara del partido en la primera que tocó. El paraguayo vio sencilla una diagonal y le quiso pegar de aire con la pierna zurda; golazo de no haber sido por el travesaño que ahogó el grito de la afición. 

Faltaban veinte para el pitazo final y seguíamos sin goles. 

La monotonía del partido vio su fin luego de que Jesús Gallardo dejara plantado como estaca a Javier Nevárez para posteriormente fusilar a Talavera con el ángulo cerrado y por un costado del área. 

Cinco minutos más tarde, la cabeza de Alejandro Arribas detuvo el que hubiera sido el segundo gol del partido para mantener viva la esperanza brava. 

Sin embargo, pese a las ganas y buenas intenciones a bravos se le acabó el tiempo. Al 90 más cambio Diego Montaño hizo sonar su ocarina poniendo fin al partido.