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Los migrantes desbordan los albergues en Estados Unidos

La Corte Suprema de Estados Unidos decidió ayer congelar el fin del Título 42, una norma que permitía la expulsión de la mayoría de migrantes que llegan a la frontera con México, en respuesta a una demanda interpuesta por 19 de los 50 Estados del país.

La petición fue presentada por esos 19 Estados argumentando que el levantamiento del Título 42, previsto para mañana 21 de diciembre, iba a provocar “un daño masivo e irreparable a los estados, en particular a los que soportan las consecuencias de la inmigración irregular”.

La decisión del juez John Roberts es temporal y las partes implicadas tienen hasta hoy martes para responder ante el Supremo. Cuando reciba la respuesta el Supremo deberá decidir si permite que el Título 42 se mantenga en pie mientras las cortes en menor instancia resuelven el caso.

Debido a la cantidad de migrantes que han llegado a El Paso, limítrofe con Ciudad Juárez en México, que su alcalde, Oscar Leeser, declaró desde el pasado sábado el estado de emergencia para poder utilizar más recursos y crear más albergues para alojar a esas personas.

Cada migrante carga silente, en su rostro, un drama humanitario. Por ejemplo, hace tres días que Alessandro Cordero, de 20 años, entró a Estados Unidos y hace el mismo tiempo que duerme en la calle, junto con otros ocho migrantes que conoció en su travesía desde Venezuela.

“Caminamos por todo El Paso buscando espacio en los albergues, pero todos están colapsados, no hay espacio”, reconoce el joven, nacido en Caracas.

El sitio donde duermen y pasan el día es un pequeño callejón entre la estación de buses y un edificio de ladrillo naranjado. Sobre la acera, hay varias bolsas con ropa y cobijas que los vecinos de El Paso les han traído.

Cordero no quiere quedarse en El Paso, sino ir a otra ciudad como Denver o Nueva York, donde pueda trabajar y hacer dinero para enviar a Venezuela, donde dejó un hijo de 4 años. “No queremos hacerle carga al Gobierno, queremos que abran las puertas y que entre la gente que quiera trabajar”, explicó.

Con la declaración de emergencia, la ciudad anunció también que creará un centro de operaciones, y un plan para asistir y proteger a los migrantes frente a las duras condiciones climáticas.

EFE