Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida, entidad caribeña de Estados Unidos, puso fin el lunes a todas las medidas y restricciones vinculadas al coronavirus (COVID-19) en el estado estadounidense, citando la eficacia de las vacunas que ya han sido aplicadas a un alto porcentaje de la ciudadanía.
El mandatario de Florida firmó una ley que invalida órdenes de emergencia locales (que imponen restricciones debido al COVID-19) a partir del 1 de julio y, además, firmó una orden ejecutiva, por lo que las medidas de bioseguridad pueden comenzar a relajarse.
En una conferencia de prensa en un restaurante ubicado en la costa de Florida, comentó:
“Esto es lo que hay que hacer con base en la evidencia. En este punto, las personas que no han sido vacunadas contra el COVID-19, ciertamente no ha sido por falta de disponibilidad. Quienes quieran ‘vigilar’ a ciudadanos, no creen en las vacunas, no creen en los datos, no creen en la ciencia”.
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Cerca de nueve millones de personas (de un total de 23 millones de residentes en Florida) se han inyectado al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19, según el Departamento de Salud. La vacuna fue habilitada el viernes pasado para mayores de 16 años, sin necesidad de demostrar residencia en el estado.
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